Juan Carlos Medellín

Soy Juan Carlos Medellín

Diamante / Colombia

Mi vida antes de entrar al mundo de b:hip

Antes de entrar en el mundo de b:hip, mi vida era muy normal. Me había enfocado en estudiar diseño industrial en la hermosa ciudad de Puebla, México. ¿La verdad? Elegí esa carrera más por presión social que por una verdadera pasión.

Desde muy joven tenía el sueño de viajar por el mundo y descubrir cada rincón posible. Así que, al graduarme, me encontraba en la búsqueda de la fórmula mágica para conquistar la tan ansiada libertad económica que me permitiera despegar.

Pregunté a personas cercanas, buscando la clave para alcanzar la libertad económica, y la respuesta recurrente fue un estribillo familiar: «Juan Carlos, si quieres lograr tus metas y sueños, necesitas dinero. Para tener dinero, necesitas un buen trabajo y, para eso, un título profesional. Así que, por ahora, olvídate de viajar y enfócate en estudiar». Siguiendo ese consejo, me embarqué en la universidad.

Sin embargo, mi relación con las matemáticas era más bien un desafío personal. ¿Mi solución? Abrir Google y escribir: «¿Cuál es la carrera con menos matemáticas?». Y así, descubrí el Diseño Industrial. Me inscribí, asistí a clases por doce días, ¡y luego abandoné!

¿La razón? Resulta que no solo soy malo en matemáticas, ¡sino que también soy pésimo dibujando! La primera clase que tomé fue «Dibujo 1», y ahí comprendí el error monumental que cometí al elegir una carrera basada en lo que no sabía hacer.

Me sentí fuera de lugar en la universidad, juzgado por habilidades que simplemente no tenía. Me recordaba a una frase de Albert Einstein que me resonaba fuertemente: «Si juzgas a un pez por su habilidad para escalar un árbol, vivirá toda su vida pensando que es un idiota». En esos 12 días, me sentí exactamente así.

El sentimiento de fracaso fue abrumador, y me llevó a abandonar la carrera. Pero después de dejarla, descubrí el inspirador mundo de b:hip. En ese momento de incertidumbre y autodescubrimiento, mi vida dio un giro inesperado hacia un proyecto que me llenó de propósito y entusiasmo.

Aunque me sentía como un «fracasado» por la decisión que había tomado, la oportunidad con b:hip me mostró un camino diferente, y ya me sentía listo para abrazar el futuro con una energía renovada. ¡El fracaso se convirtió en la puerta de entrada a una nueva y emocionante etapa de mi vida!

Mi decisión de comenzar en b:hip

Mi búsqueda de propósito me llevó por caminos inesperados y llenos de emociones. En un intento por encontrar mi camino, me asocié con un amigo para lanzar un negocio de ropa. Aunque tratamos de hacerlo funcionar durante unos 8 o 9 meses, aún soñaba con lograr algo más. Fue entonces cuando mis padres nos invitaron, a mi hermana y a mí, a un viaje transformador a Dinamarca.

Mis padres ya estaban inmersos en el mundo de b:hip, aunque de una manera diferente a lo que es ahora. Su equipo estaba compuesto en su mayoría por personas mayores, y honestamente, no me veía en ese escenario. Sin embargo, todo cambió cuando llegamos a Dinamarca para asistir a una convención, donde nos esperaba la inspiradora presencia de Michael Sarfelt y su familia.

En ese evento, descubrimos a jóvenes que exploraban el mundo, ganaban dinero y vivían la vida de una manera completamente nueva. Fue entonces cuando me identifiqué plenamente con el proyecto y dije: «¡Esto es lo que voy a hacer!»

El primer año fue un torbellino de emociones, todo era nuevo y emocionante. La visión que adquirimos en la convención en Dinamarca se convirtió en nuestro faro iluminador. Al regresar a Puebla, empezamos a implementar la nueva metodología y sistema de trabajo. La gran ventaja era que éramos pioneros de esto en nuestra ciudad, nadie más lo estaba haciendo.

Trabajamos incansablemente, siguiendo las directrices de la nueva metodología. Al final del primer mes, los resultados superaron mis expectativas. Mi hermana se acercó intrigada: «Juanca, ¿a qué rango calificaste?» Al principio, estaba dudoso, ¡hasta que descubrí que había calificado a Platino! La sorpresa y la alegría me motivaron mucho.

En retrospectiva, sé que calificar al rango platino en el primer mes es algo extraordinario, un proceso que normalmente lleva de 6 meses a 2 años. Sin embargo, al principio no teníamos con quién compararnos, lo que nos ayudó a romper esas barreras sin límites autoimpuestos.

Después de dos meses de estar inmersos en el negocio en Puebla, de cobrar y obtener resultados, tomamos una decisión audaz. Con un grupo de amigos, decidimos emprender una nueva aventura y mudarnos a Medellín, Colombia. ¡Y es así, como nuestra historia de éxitos y desafíos dio un giro internacional!

La apertura del mercado internacional con b:hip

Después de dos meses liderando el proyecto en México, creímos que teníamos todo bajo control. Nos aventuramos a trasladarnos a Medellín, Colombia, con la misión de expandir nuestro sistema y así comenzó nuestro primer año en tierras extranjeras.

Aunque la emoción de los primeros dos meses se desvaneció en el nuevo entorno, cuando nos enfrentamos a una dura realidad: no sabíamos tanto como pensábamos.

Al llegar a Medellín, ya teníamos resultados, pero eran solo la mitad de la ecuación. Solo ejecutábamos una parte del proceso: los eventos, por ejemplo, eran llevados a cabo por líderes experimentados que poseían el conocimiento necesario. Sin embargo, llegó el momento en que tuvimos que dar los eventos nosotros mismos, y ahí nos dimos cuenta de que éramos bastante malos en eso. En México nos mantuvimos en la cima, pero una vez en Colombia, la realidad nos alcanzó.

¿Por qué? Porque el mercado reflejaba nuestras carencias. No teníamos habilidades, ni experiencia, ni talento, solo contábamos con los resultados de los dos primeros meses. A partir del tercer mes, la atmosfera cambió. Ya no estábamos cobrando lo mismo ni alcanzando los mismos números, porque ahora dependía de nosotros y, honestamente, no teníamos mucho.

Este primer año se convirtió en un enfrentamiento constante con la realidad. Nos dimos cuenta de que necesitábamos desarrollar habilidades y descubrir talentos que ni siquiera sabíamos que teníamos. El proceso fue desafiante, ya que teníamos que seguir trabajando aunque los resultados no estuvieran inmediatamente a la vista, ya que eran proporcionales a nuestras habilidades que aún estábamos desarrollándolas.

Cambiar de país significaba sumergirse en una nueva cultura. Mi consejo para cualquiera que quiera abrir un mercado nuevo es simple: conoce la cultura primero. La cultura determina la identidad y el comportamiento de las personas. Tuvimos suerte porque Colombia y México comparten similitudes culturales, pero, aun así, el desafío fue real, ya que nos encontramos en un nuevo entorno sin saber exactamente hacia dónde nos dirigíamos.

Sin oficinas, nuestras reuniones se daban en salones rentados, cafés o parques. Convencer a la gente de un negocio en un parque no era tarea fácil. Nos llevó ocho meses poder alquilar nuestras primeras oficinas, pero cuando finalmente lo logramos, fue entonces cuando realmente creímos que esto sería una realidad. Además, tener oficinas proporcionó la credibilidad que necesitábamos ante aquellos que cuestionaban nuestro negocio mientras estábamos en un parque.

Fue un período de 8 meses de desafíos, pero al final, ¡cada paso valió la pena!

¿Es b:hip un esquema piramidal?

En este juego siempre hay escépticos y comparaciones, y déjenme decirles que Colombia tiene la fama de ser la capital mundial de las pirámides. Sí, lo sé, en Egipto pueden haberlas inventado, ¡pero aquí es donde realmente empiezan todas las pirámides!

Si alguien quiere iniciar un esquema piramidal, pues claro, se vienen para Colombia porque aquí es donde funciona. A pesar de que la gente conoce sus riesgos, funciona. ¿Por qué? Porque la gente sabe que hay un riesgo, pero también está la oportunidad de ganar.

Así que, ¿quién cae en un esquema piramidal? En mi opinión, la mayoría cae por pereza y la esperanza de hacer dinero rápido. Pero, seamos sinceros, cuando la pirámide se desmorona, no es ninguna sorpresa. En cuanto al modo de hacer negocios de b:hip, escuchamos los comentarios, las críticas, pero la forma en que abordamos nuestro negocio elimina esas dudas desde el principio.

Desde el principio les decimos a todos que esto no es un trabajo fácil, no es cuestión de descargar una aplicación y empezar a ganar dinero. Aquí se trata de trabajo duro, de 10 a 12 horas al día. Exigimos tanto desde el principio que no hay espacio para que crean realmente que esto es una pirámide, porque eso simplemente aquí no existe. Los ingresos están directamente conectados con la distribución de productos.

Sin distribución de producto, no hay ingreso. Nuestro trabajo es llevar los productos de la empresa al mercado, y ahí es donde radica la verdadera tarea. Si no estás dispuesto a aprender, a trabajar, a ser disciplinado durante un periodo largo de tiempo, no verás resultados.

En este punto es donde los demás filtran sus dudas o se filtran ellos. Nuestro negocio es diferente. Desde el principio, mostramos el paso a paso del proceso, hacemos un seguimiento y los acompañamos. Les damos la certeza de que este negocio funciona y encuentran en nosotros, lo que no han encontrado en otro lugar.

Mi vida cambió muy rápidamente con b:hip

Mi vida dio un giro de 180 grados y fue todo tan rápido que a veces me cuesta creerlo. Pasé de soñar con recorrer el mundo a estar literalmente en constante movimiento. En los últimos ocho años, no he permanecido en un mismo lugar más de dos o tres meses.

Colombia, ha sido mi punto de referencia, pero nunca he pasado más de tres meses consecutivos aquí. Siempre hay un nuevo viaje, una convención emocionante o un destino fascinante que llama mi atención. Aprovecho cada oportunidad que tengo para explorar lugares increíbles.

Hace poco estaba revisando mi lista de países visitados y confirmé que, durante los últimos ocho años, he tenido el privilegio de conocer más de 57 países. ¡57! Y mi vida se ha convertido en una constante búsqueda de nuevos mercados, nuevos lugares y nuevos equipos.

Esto es exactamente lo que soñaba a los 19 años. Creé una lista de propósitos, visualicé mis sueños y diseñé la visión de la vida que anhelaba. Y, lo más increíble, es que hoy estoy viviendo esa vida. Así que, sí, mi vida ha cambiado por completo, pero no fue una casualidad; fue una consecuencia clara y definida de las acciones que llevé a cabo desde el principio.

Es un recordatorio de la importancia de tener claridad y determinación en nuestros propósitos desde el principio. Una vez que supe lo que quería, invertí toda mi dedicación y esfuerzo y he logrado convertir esos sueños en mi realidad diaria. ¡Y este emocionante viaje continúa, llevándome a nuevos horizontes y oportunidades que ni siquiera podía imaginar cuando era más joven!

¿Cómo se caracteriza un líder de b:hip?

En b:hip, un líder no es solo alguien que guía, es un arquitecto de su propio destino, un visionario que traza su propio camino cuando los senderos convencionales no encajan. Es como ser un «Trailblazer» en inglés, un pionero que crea un sendero donde no hay ninguno, todo con el objetivo claro de siempre alcanzar su destino.

Estos líderes no se conformaron con los caminos trillados que la sociedad les ofrecía. No, ellos son los que desafiaron el molde, los que se atrevieron a construir su propio camino. En este viaje, nos encontramos con otros «locos» que también se resistían a encajar en las restricciones de lo convencional y optaron por crear su propio sendero.

Los líderes en b:hip no solo son personas que lideran. Son rebeldes creativos, constructores de caminos, visionarios que desafían lo establecido para forjar su propio destino. ¡Somos el testimonio viviente de que a veces, es necesario ser un poco «loco» para descubrir un camino extraordinario!

Liderando mi equipo b:hip

El liderazgo en mi equipo es el motor que impulsa todo en este negocio. Es fascinante cómo el equipo refleja mis propias acciones y enfoque. Si el equipo parece desenfocado, lo más probable es que yo también lo esté. La clave para dirigir un equipo productivo es ser el ejemplo, enfocándome y siendo productivo. Cuando canalizo mi energía en enfocarme, observo cómo el equipo sigue ese camino.

Actualmente, tengo equipo en la Ciudad de México, en Puebla, Guadalajara, Villa Hermosa, Tabasco y Monterrey.

Además, estamos presentes en Lima, Perú, en Colombia, en las ciudades de Bogotá, Medellín, Cali, Armenia, y también en Madrid, España.

Somos una red conectada por un propósito común. Cada cambio que quiero ver en la organización comienza por mí. Es un proceso de auto transformación que se propaga de manera orgánica en el equipo.

Mis metas futuras en b:hip

He logrado parte de mi sueño de viajar por el mundo, pero siempre hay metas más grandes en el horizonte. Para el 2024, anhelo quedarme en Medellín durante todo el año, ya que la sede de la Convención Global será en Colombia.

En el 2025, me veo con la meta de establecerme en Madrid, contribuyendo al crecimiento de un equipo sólido. Mi sueño ideal de residencia siempre ha sido Valencia, España, y ¡estoy determinado a hacerlo realidad!

Mis desafíos en el negocio de b:hip

Han habido muchos desafíos, pequeños y grandes. Pienso que el tamaño de la meta que quieras alcanzar va a ser proporcional a la adversidad que tengas que superar. Entiendo que la magnitud de mis metas está directamente relacionada con las adversidades que debo superar.

Hace un año, enfrenté una prueba significativa, cuando personas cercanas decidieron abandonar el negocio. Reflexioné sobre por qué tomaron esa decisión y cómo podía fortalecer mi equipo para evitar que ocurriera nuevamente.

En cada desafío, siempre me responsabilizo a mí mismo. Aunque pueda parecer absurdo asumir la culpa en ciertas situaciones, creo que es la única manera de crecer. Al hacerme responsable y entender cómo pude prever y abordar situaciones antes de que afectaran mi negocio, puedo convertir cada desafío en una oportunidad de aprendizaje. ¡El crecimiento está en la responsabilidad propia y la acción proactiva!

Explorando mi lado espiritual

Crecí en una familia muy espiritual, entonces lo que he conocido y visto de parte de mis padres, siempre ha sido ser apegados a Dios y luego lo demás se va cuadrando.

Entonces creo que este Juanca espiritual es previo a b:hip. Aunque en el camino tuve que perderme muchas veces para poder regresar a mi base, siempre pude lograrlo al siempre poner a Dios en primer lugar. Todo lo demás viene después.

Pero obviamente que si tienes 19 años y empiezas a ganar dinero, de pronto te mudas a otro país, sales de tu burbuja y comienzas a vivir la vida, pues también es más fácil perderse.

Pero reconozco que antes de conocer b:hip, me tocó recorrer muchos caminos que no eran para mí. Lo cual me hizo fortalecer y consolidar en el tiempo.

Mi propósito infinito en b:hip

Creo en propósitos finitos y propósitos infinitos, y en b:hip descubrí un propósito infinito. No se trata solo de alcanzar rangos, ganar dinero o adquirir posesiones materiales; se trata de convertirme en una versión mejorada de mí mismo. Cada día al despertar, es mi objetivo, elevando mis estándares en todas las áreas de mi vida.

Mi propósito en b:hip y en la vida es seguir preguntándome: ¿Cómo puedo mejorar hoy para superar al Juanca de ayer? ¿Cómo puedo sacar mi mejor versión hoy y convertirme en alguien irreconocible en tres, seis, nueve meses o un año? En b:hip, encuentro la plataforma para desafiar mis límites y evolucionar constantemente hacia una versión mejorada de mí mismo. Esta es la esencia de mi propósito infinito en el emocionante viaje de b:hip ¡y más allá!